28/10/2019

San Nicolás recibe el reconocimiento como museo por parte de la Generalitat

La Generalitat Valenciana ha resuelto reconocer la Parroquia de San Nicolás como museo de la Comunitat Valenciana.

Según lo establecido en la Ley 4/1998, de 11 de junio, de la Generalitat Valenciana, del patrimonio cultural valenciano, y en la Orden de 6 de febrero de 1991, de la Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia, por la que se regula el reconocimiento de museos y colecciones museográficas permanentes de la Comunitat Valenciana, y con el informe favorable de los servicios técnicos de la Dirección General, a propuesta de la directora general de Cultura y Patrimonio, el museo Parroquia Museo de San Nicolás ha recibido el citado reconocimiento oficial.

San Nicolás es un lugar de rica arquitectura y de indudables dimensiones simbólicas que además cuenta con tablas maestras de Juan de Juanes, Rodrigo de Osona, Vicente Macip, Yáñez de la Almedina; óleos de Nicolás Borrás, Jacinto de Espinosa o Vicente López; esculturas de Vergara y Salzillo; y, por supuesto, los frescos barrocos de la bóveda obra de Dionís Vidal bajo la tutela de Antonio Palomino. Entre la colección de pintura mueble, a lo largo de las capillas de la iglesia destacan el Retablo del calvario, de Rodrigo de Osona (contratado en 1476), las tablas del Políptico de San Nicolás, de Fernando Yáñez (aproximadamente entre 1511 y 1515), y el Retablo de la crucifixión, de Vicente Macip y Juan de Juanes (anterior a 1550). También incluye el Retablo de la Trinidad(del gremio de Pelaires), contratado en 1542 por Juan de Juanes, el Retablo de San Miguel(del gremio de Pelaires), de Juan de Juanes, el óleo deLa virgen del Rosariodel ático del retablo mayor, atribuido a Jerónimo Jacinto Espinosa (hacia 1685) y el lienzo de la Apoteosis de Santa Lucía, atribuido a Luis Planes (en la capilla de la comunión), entre otras.

 

Además, el templo tiene zócalos de azulejos del XVIII, visibles en la visita de la parroquia museo, así como una colección «excepcional» de orfebrería, con piezas de cálices y patenas de diferentes siglos y una colección textil en seda de indumentaria y complementos de carácter litúrgico con piezas (casullas, dalmáticas, estolas, frontales de altar) de «altísima calidad», entre el XVI y el XIX.

Las instalaciones responden a las necesidades propias de un museo con áreas públicas: salas de exposiciones permanentes y temporales, zonas de acceso y acogida a visitantes, tienda y librería, salas de climatización y seguridad, talleres y laboratorios, salas de mantenimiento y almacenes. Cuenta con recursos pedagógicos y material didáctico para facilitar la comprensión de la colección.