Retablo de la Crucifixión.

PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVI. ESMALTE DE LIMOGES.

Retablo de la Crucifixión.

PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVI. ESMALTE DE LIMOGES.

En San Nicolás se conserva un pequeño retablo, realizado en esmalte de Limoges, datado aproximadamente hacia 1520 (según Felipe Garín). La pieza está dividida en 14 departamentos, reservando el centro para la figura del Crucificado y el ático al Padre Eterno.

Las escenas representadas aluden a la Pasión de Cristo como: el Lavatorio, el Prendimiento, la Flagelación, el Ecce Homo, el Santo Entierro, el Calvario o la Resurrección.

La ciudad de Limoges, en el centro de Francia, fue famosa por la producción de esmaltes desde el siglo XII. La producción de piezas decorativas en esmalte resurgió hacia el siglo XV, tras un periodo de decadencia y con una técnica renovada, directamente inspirada en manuscritos iluminados o xilografías de procedencia francesa o flamenca.

Esta nueva técnica produjo piezas pintadas con escenas figurativas muy detalladas o esquemas decorativos, un medio que generalmente se apoyaba por su efecto en una amplia gama de colores brillantes que solamente podía ser igualada por la cerámica. Las escenas, además, tenían cierta perspectiva y complejidad.

Los esmaltes estaban realizados sobre un soporte de cobre, probablemente procedente de minas españolas, que era trabajado hasta convertirlo en una fina lámina, rematada posteriormente por experimentados artesanos. Era un largo y complejo proceso, con diferentes cocciones hasta lograr el resultado final.

Las escenas representadas
aluden a la Pasión de Cristo
como:
el Lavatorio, el Prendimiento,
la Flagelación, el Ecce Homo, el
Santo Entierro, el Calvario o la
Resurrección.